Feria de artesanía de Marrakech
A finales de enero tuvo lugar una nueva edición de la feria semana de artesanía en Marrakech. Es un encuentro ferial que acoge gran cantidad de artesanos de diferentes oficios de todas las zonas de Marruecos. Muy digno de visitar!
El año pasado estuvimos. No es fácil encontrar el momento para escribir lo vivido y ya a destiempo lo dejamos para el año siguiente.. y tampoco esta vez hemos podido publicarlo a tiempo. Perdón!
(Paréntesis: En una empresa incipiente como la nuestra hay tantas cosas por hacer, y sobretodo para darnos a conocer, que deja poco tiempo a otras cosas. Aprovechamos la ocasión, querido lector viajero, para pedirte que nos ayudes a ello. Comparte esta publicación si te gusta, u otra, y recomiéndanos a amigos o conocidos que quieran viajar a Marruecos. )
Cómo llegar a la feria de artesanía de Marrakech:
El recinto ferial se ubica habitualmente en una zona detrás del monumento más emblemático de la ciudad, la Koutoubia, en un bonito paseo por los jardines de Lalla Hasna. ¿Has estado en estos jardines? Están justo detrás de la mezquita viniendo de la plaza Djemaa el Fna. No son muy grandes, pero es bonito pasear a lo largo de los surtidores, sobretodo cuando se pone el sol. Si miras atrás, obtendrás una vista diferente del famoso minarete. Luego, siguiendo la misma dirección, se pasa por delante del lujoso hotel La Mamounia (estará cerrado, en remodelación, de mayo a setiembre de 2020) y un poco más allá está la feria.
Cuando fuimos el año pasado sólo hacía falta seguir a la gente, que se agolpa en la explanada de la entrad para acceder a los pabellones. O porque a ciertas horas está amenizada con conciertos. La entrada es gratuita. Como la mayor parte de los visitantes eran visitantes locales, hace aún más interesante la visita.
De la feria de la semana de artesanía
Te preguntarás qué tiene que ofrecer esta feria ante los más de 40.000 artesanos que ofrecen sus productos en la ciudad roja. Pero es que una condensación en el espacio de tal variedad de productos representantes de cada zona del país y por ende tan singulares, no se encuentra en ninguna otra parte. Es verdad que el zoco de Marrakech o de otras grandes ciudades importa artesanía de otras regiones, pero siempre será de menor variedad.
El año pasado dichos pabellones estaban dispuestos por zonas regionales. Cada zona del pabellón era delimitada por una representación de un arco o portal típico de la región a la que se accedía. Así se podía apreciar también cómo varía el estilo arquitectónico según el territorio de Marruecos. Todo un acierto para ubicarse y un plus para los que nos gustan estas curiosidades. Y es que el carácter de cada región también se refleja en sus puertas. A partir de cada puerta las casetas exponían la artesanía más típica y productos de la zona.
Este año la disposición ha sido distinta, agrupados por oficios, a modo de la distribución de los zocos en la realidad. En nuestra opinión, como feria pierde riqueza. Pero es verdad que ordena el encontrar los productos si uno va con una idea determinada. Y así se aprecian las diferencias entre ellos.
Qué encontrar en la feria de artesanía de Marrakech
La visita era pues una ocasión inigualable para comprar objetos artesanales de entre lo mucho que ofrece Marruecos sin tener que moverse de Marrakech.
Y es que allí encontramos desde los muebles de marroquinería trabajados del norte, Tetuán y alrededores, a los productos de piel provenientes de las famosas tenerías de Fez. Se aprecia la belleza de los mosaicos de las mesas o la cerámica de Safi, entre Essaouira y Casablanca. Se encuentran todo tipo de joyas bereberes o los gadgets más tribales del sur de marruecos.
Te aconsejamos comprar aceite de argán, u otros cosméticos bio a base de elementos naturales como las rosas del Valle de Dades, o de higos de Agadir. Se puede comprar azafrán y muchos otros productos de origen. Vestidos de todos los estilos y telas marroquíes o bereberes, y una representación de alfombras y mantas. Los zapatos coloridos de Tafraout, junto a sandalias de todo tipo, también están presentes. Y bolígrafos y camellos hechos de piel en la más remota costa atlántica. Instrumentos musicales de cuerda y tambores. Cosas que se pueden encontrar en el zoco y muchas otras que no.
Lo especial
Lo que hace encantadora la feria como en todo Marruecos, es su gente. En cada stand hay una cooperativa o la representación de un gremio de una ciudad o pueblo particular, o algunas tiendas. Los vendedores son los propios artesanos o artesanas de la zona zona, o negocios familiares en su mayoría.
Muchas son mujeres que pertenecen a las cooperativas. Es especial entablar conversación con ellas. Aunque a veces resulta casi imposible. Si uno no es marroquí, y aún así, se necesita traductor porque las mujeres que venden solo hablan en su dialecto bereber. Ni para los precios vale entenderse por señas, y las cifras en árabe tampoco sirven. Por suerte, siempre alguna otra vendedora de la zona puede ayudar.
Cuando no venden hay quien se queda acurrucado detrás del mostrador y se pone a dormir. Algunas mujeres están con sus hijos o charlando con las otras vendedoras. También hay quien toma el té. Todo un mundo en sus diferentes versiones.
Algunos consejos finales y una invitación
El regateo esta siempre presente. Normalmente será un divertimento más. Aunque siempre hay quien va a querer aprovecharse de un turista que parece perdido. Es un riesgo como en todas partes y cabe estar atento a los precios de la competencia.
La feria de artesanía de Marrakech dura una semana y puede ser visitada en unas horas. ¡Pero nos quedamos con las ganas de comprar más aunque salimos con bolsas!
Te animas a venir a Marrakech y visitarla el año que viene? Pidenos información y te llevaremos a éste y muchos otros lugares! Tenemos una lista interminable de viajes en Marruecos.
Aunque si no puedes esperar más y vienes de viaje antes, el zoco entero te espera. Y si lo que deseas es no regatear con los comerciantes, hay un establecimiento promovido por el gobierno un poco más allá de la Koutoubia que acoge una serie de tiendas de artesanía a precios fijos. ¡No hay excusa!
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