Birdwatching en el estrecho de Gibraltar

/ octubre 6, 2019/ Tánger blog, Viajes especiales ( y tipos)

El estrecho de Gibraltar es un entorno excelente para birdwatching. Es una vía de paso de las aves migratorias que cruzan de un continente a otro en determinadas épocas del año. En Marruecos, la posición privilegiada del Jbel Moussa en la zona de Tánger-Tetuán permite avistarlos con toda la comodidad.

Jbel Moussa

El Jbel Moussa

El Jbel Moussa ( montaña de Moisés ) es la montaña más prominente del perfil de Marruecos en el estrecho, enfrente de Gibraltar, y al lado de la española Ceuta. De hecho, queda a la derecha de la bonita Benzú, que es el último pueblito, o barrio de Ceuta, al lado español de la frontera. Desde la carretera por la que se llega, no se puede avanzar porque no se cruza a Marruecos por este lugar. En España llaman a la montaña “la mujer muerta”, porque desde Benzú su silueta se asemeja a la espalda de una mujer recostada.

Del lado marroquí, el Jbel Moussa aterriza en el mar en la bella Belyounech, lugar de veraneo un tanto escondido. Cuenta con una escuela de buceo en lo que otrora fue una industria ballenera de la que aún queda maquinaria y parte de las naves. Desde la punta del mirador de Belyounech, uno divisa la isla de Perejil, tan famosa por el incidente que causó, delante de la costa que sube hasta la montaña. También se ve el peñón de Gibraltar y la costa española siempre presente en los días claros.

Belyounech
La isla de Perejil

En su otra vertiente, está una playa que nos gusta mucho. Se trata de la playa de Oued el Marsa, flanqueada en su lado derecho por una pared de roca impresionante, sobre la que la montaña sigue hasta la cumbre. La hace más agreste que la idílica Dalia, la siguiente en dirección a Tánger, pero igualmente bonita.

Playa Oued el Marsa

Birdwatching en el estrecho de Gibraltar

Cigüeñas, rapaces, y gran variedad de aves cruzan el estrecho de un lado a otro en función del clima durante el año. Algunas se quedan en Marruecos y otras atraviesan medio continente africano, o en dirección contraria hasta el norte de Europa. Según la época, bandadas enormes cruzan a ráfagas, aprovechando las corrientes del estrecho y los días de buen tiempo. Así, el lado marroquí del estrecho de Gibraltar es también un buen lugar para el birdwatching.

El estrecho al fondo

Parte del Jbel Moussa es terreno de jabalíes y por tanto de caza, por lo que hay que ir con cuidado si se quiere hacer senderismo para disfrutar del espléndido panorama o ir a avistar pájaros. Pero se puede hacer desde puntos seguros y también con vistas fantásticas, como el lodge donde fuimos hace unos días. Allí, nos esperaba una sorpresa increíble.

La historia de un buitre leonado

En agosto, unos pescadores de Ceuta encontraron en el mar un joven buitre leonado que había caído en el agua, quizás por cansancio. A veces ocurre que las aves no llegan al otro lado y no pueden tampoco regresar. Los pescadores lo salvaron y lo llevaron a puerto. De allí, con el cuidado de un experto conocedor de las aves, ha sido rehabilitado y dejado en libertad en el Jbel Moussa.

Curiosamente llegamos en el final del proceso en el que, libre, el animal reposaba en una de las terrazas con vistas al macizo y al valle de Oued Marsa. Su experto cuidador y regente del lodge, nos contó que lo alimentaba aún y le mantiene el abrevadero. Pero que cada vez salía a dar vuelos más largos y que en algún momento emprendería el vuelo para no regresar. Lo habían marcado para el censo y su seguimiento. Formará parte de un proyecto para censar las aves rapaces en Marruecos y así fomentar su conservación. De hecho, se quiere que estas rapaces vuelvan a anidar en la montaña, como hacían hace 30 años cuando la actual presión humana no lo impedía. Un proceso de concienciación y trabajo lo acabará permitiendo, Inshallá. Quizás éste buitre si haga del Jbel Moussa su hogar.

Nos quedamos fascinados por aquel animal enorme, que abría sus alas de casi 3 metros para calentarlas al sol, sin importarle tenernos a tan solo unos metros. Yacía impasible en el alféizar de la terraza, tranquilo, mirando la inmensidad del valle como si en cualquier momento quisiera echar a volar. Como si estuviera esperando a alguien y escudriñara el horizonte para verlo llegar. Le deseamos suerte en esta segunda oportunidad, y le dejamos ahí de pie cual estatua entre el susurro del viento. Para nosotros fue una maravillosa experiencia.

Birdwatching en Marruecos

En Marruecos hay distintos humedales y lagunas en los que observar flamencos, y otras aves migratorias y locales. Hasta en el mismo desierto, el lago que aparece gran parte del año alberga estas aves tan preciosas. Con nuestros 4×4 te llevamos a realizar una :

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También puedes combinar la ruta desde Tánger y visitando algo del norte de Marruecos. Lee más sobre Tánger y el norte de Marruecos en estos enlaces.

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