Acumulando experiencia en turismo en Marruecos
El tiempo que pasa
Uno no se da cuenta de que el tiempo pasa y que va acumulando experiencia en el turismo en Marruecos, hasta que un día ordenando, una foto le recuerda a otra casi idéntica tomada al cabo de más de 15 años.
Las que ves son fotos de Marrakech, en la plaza de las especias, en 2003 y en 2019. Recuerdo los momentos exactos, en 2003 comprando alfombras desplegadas en lo alto de una terraza, y la segunda tomando un té en un moderno restaurant/café.
Los cambios en Marruecos
Habrá pasado también donde sea que vivas en algún momento. En Marruecos se han concentrado muchos cambios en los últimos años. Conservar Fez y su vieja medina era un gran reto para preservar la esencia del lugar. Quizás no acabó gustando mucho el resultado a algunos, pero era imperativo hacerlo. Como verdadera urbe moderna, Casablanca se ha dotado de edificios altos de oficina y viviendas, que acompañan su icónica mezquita. Marrakech se adorna constantemente para hacerla si cabe más exótica, atractiva y acogedora al viajero. Un esfuerzo por mejorar Marruecos y hacerlo más bonito, interesante y acogedor, no sólo de puertas adentro.
Marrakech
Como cualquier ciudad, Marrakech se ha embellecido (y convertido un poco en teatro también) para el turismo, y algunas cosas han cambiado durante este tiempo. El zoco ha cambiado y la medina… El turismo los han llenado enormemente. La posibilidad de ganar más vendiendo más, ha hecho crecer el número y el tamaño de los tenderetes en los espacios abiertos. Se aprecia en estas dos fotografías. Pasa igual que en la plaza Djema El Fnaa y todas las callejuelas, repletas de tiendas y mercancías. Sin embargo, la esencia y algunos elementos son los mismos. Si recorriéramos hoy estos lugares, posiblemente se parecerían más a entonces, vacíos como deben estar.
Tánger
Enormes inversiones se han destinado para hacer de Tánger el Saint Tropez del norte de África y potenciarla como enclave turístico dando una alternativa en el norte de Marruecos. Obras faraónicas han sido las infraestructuras terrestres en Tánger.
Se rehizo durante dos años el paseo marítimo en toda su Corniche. Se ganó al mar un moderno complejo de restaurantes y discotecas, el Tanger Bay. Al lado, un nuevo puerto deportivo, reubicando también el viejo puerto pesquero y mejorando el de la llegada de ferries.
Se han construido túneles para aligerar el tráfico de las vías principales de la ciudad. La mayoría se hicieron en la carretera del aeropuerto y la de Rabat, que eran un tapón cada día sobretodo por el tráfico de las fábricas de la zona franca. Unas obras que nos han vuelto locos a los tangerinos durante varios inviernos, porque los recorridos alternativos eran laberínticos, infinitamente más estrechos y más largos. Nos las inventábamos todas para llegar a casa lo antes posible. Era pero, una manera de conocer algunas de las 13 montañas de la ciudad de Tánger. Conducíamos a través de intentos de atajos para evitar las vías propuestas que se colapsaban aún más en las horas punta. Durante meses. Porque eso si, los túneles debían estar listos (a razón de dos o tres cada año) para verano y la llegada de turismo en Marruecos. En Tánger, la mayoría de turistas son marroquíes residentes en Europa.
En los últimos tiempos se ha “ajardinado” y urbanizado el recorrido de la costa, de sus playas más transitadas hasta las famosas Grutas de Hércules. Urbanizaciones llenas de parcelas y parcelas delimitadas se dotan de luz y agua a la espera de ser construidas. El nuevo hospital universitario cerca de la Foret Diplomatique y la entrada a la autopista estará pronto finalizado. La nueva ciudad que ha crecido de la nada unos kilómetros más allá es una montañas de cemento de pisos y pisos..
El desierto
Cómo pasó en las costas españolas en los años 70, el perfil de las dunas desde los primeros y aislados hoteles existentes antes del año 2000, se fue llenando y sigue. Los pueblos de los alrededores, Merzouga y Hassi Labied, están repletos de pequeños y no tan pequeños riads. Se suman a los grandes hoteles que se construyeron en Erfoud, la ciudad convertida en la puerta del desierto a media hora en coche.
Después proliferaron los campamentos de haimas. En 2019 el gobierno ha empezado su regulación, a fin de conservar medioambientalmente las dunas. Excepto algunos pocos, el resto los han hecho trasladar a la periferia. Se estaba matando la gallina de los huevos de oro.
El desierto siempre será mágico y cada vez la arquitectura típica de la zona se mezcla con el diseño más vanguardista de Marruecos, para hacer la experiencia insuperablemente acogedora.
El turismo en Marruecos y estos cambios
Todas las medinas preservadas y redecoradas para una de las mayores fuentes de ingreso de Marruecos, el turismo. Las principales estaciones de trenes y aeropuertos se han ido modernizando o cambiando. Convertidas en las puertas de ensueño y bienvenida a los viajeros, y estandarte de lo que quiere ser y ofrecer el país para sus visitantes.
Asistir a todo este cambio, si visitas el país cada cierto tiempo, es una experiencia apasionante. Lo es ya para nosotros, los que nos dedicamos al turismo en Marruecos, que día a día vemos y percibimos cada pequeño cambio. Nos llena de orgullo y es enriquecedor. Así que Marruecos es un destino que te permite volver una y otra vez.
Más importante aún son los cambios invisibles. No sólo los espacios cambian, también lo hacen las personas, pero esto ya es materia de otro post. Si quieres leer más sobre Marruecos en nuestra experiencia puedes seguir por aquí.
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